Tras resolver el caso de los asesinatos en el centro comercial, durante el cual Sonoko estuvo a punto de morir y el inspector Megure resultó herido al salvarla, el profesor Agase decide acompañar a los detectives infantiles a la nieve. Durante el viaje en autobús todo parece divertido, e incluso coinciden con la señorita Jodie y el doctor Araide.
Sin embargo, todo se complica cuando unos desalmados secuestran el autobús y piden la liberación del jefe de su banda a cambio de la vida de los rehenes. Para añadir aún más tensión, Ai presiente la presencia de un miembro de la organización de los Hombres de negro a bordo del autobús, lo que provoca que desee morir para liberar así del peligro a sus amigos.
Por suerte, Conan consigue sacarla del autobús justo antes de que éste estalle. Después de tan peligrosa aventura, el profesor lleva a los niños a casa de un amigo, el señor Kano, que regala las posesiones de su abuelo antes de irse al extranjero.