Los detectives Sato y Takagi intentan tener su primera cita en el parque de atracciones, pero sus compañeros de comisaría no piensan perderles de vista. En plena cita los policías encuentran una mochila con droga, acompañados de los Detectives Infantiles, se lanza en busca del traficante. Poco después Kogoro Mouri y un muy constipado Conan deciden acompañar a Ran y Sonoko en su fin de semana en Karuizawa. Pero un accidente les deja sin coche en medio de la montaña, y buscan refugio en la única casa que encuentran.
Esa misma noche, y como no podía ser de otra manera, hay una muerte: el padre del dueño aparece ahorcado en su habitación. Conan no tarda en descubrir al culpable, pero su afonía le juega una mala pasada. ¿Cómo va a hacerse pasar por Kogoro el Durmiente si no puede hablar?