Cenando en un conocido restaurante, Conan, Ran y Kogoro se encuentran con Takagi, Sato y Chiba, que están allí con un grupo. Una de las asistentas está preocupada por su primo de cinco años, que no contesta al teléfono.
Todos acuden a la casa a comprobar si el niño está bien y se encuentran con una nota de rescate en la pantalla del ordenador. Gracias a los comentarios que hizo el pequeño antes de desaparecer, Conan descubre a su arrepentido secuestrador.