Durante el caso del Estrella del Norte, Conan pudo reencontrarse con sus padres, que perseguían al delincuente que usó la trama de una novela inédita del Señor Kudo para asesinar a un joyero. Sin embargo, el ahora pequeño Shinichi no quiso regresar a Estados Unidos con ellos.
Pasado un tiempo, Conan acompañó a Ran y Sonoko durante unas pequeñas vacaciones en la playa. Sonoko, como suele ser habitual en ella, buscaba un novio y, para su sorpresa, lo encontró. El chico parecía ideal: alto, simpático, atento. . . ¿quién iba a decirles a ellos que, en realidad, se trataba de un psicópata asesino que había matado ya a varias mujeres rubias? ¿Cómo iban a saber que su próximo objetivo era la propia Sonoko?
Por suerte para ella, contó con la ayuda de su amiga Ran, de Conan, y de un inesperado admirador que arriesgó su vida por salvar la de Sonoko.