Heiji continúa contándole a Conan el caso de la estación de esquí con el que se topo hace un par de años. Heiji y Shinichi, que estaban en el mismo lugar sin saberlo, resolvieron el caso al mismo tiempo. Sin embargo, Heiji considera que ese chico misterioso lo hizo mejor que él porque no necesitó ayuda, sin saber que Shinichi también había obtenido pistas de sus padres. Conan no le saca de su error.
Otro día, mientras Kogoro, Ran y Conan desayunan en la cafetería Poirot, la camarera les cuenta que está preocupada porque recibe mensajes de móvil de un niño pequeño que parece estar encerrado en un coche y corre peligro de sufrir un golpe de calor.