Este librito, publicado en 1894, es la primera defensa de los pueblos indígenas de la Patagonia.
No había indicios de un defensor de los nativos americanos en Ramón Lista, el primer explorador de la Patagonia, involucrado en la masacre de los onas durante la expedición de 1886 a Tierra del Fuego.
Gracias a la influencia de su suegro, fue nombrado gobernador de la región de Santa Cruz. Allí conoce a Kolia, una mujer tehuelche, y de esta relación nace una hija. Cuando la esposa de Lista se entera, se suicida de un tiro.
Desde hace dos años, Lista vive con los tehuelches. Para estar más cerca de Kolia y su hijo, traslada la capital a Río Gallegos. De esta vida en común extrae lecciones sobre lo que entonces se llama Berbería y Civilización y descubre Berbería del lado de Argentina. Así, ocho años después de haber masacrado a los Onas, escribió “Una que desaparece", un alegato a favor de la Civilización, la de los indígenas.
Nada de esto impedirá que Julio Argentino Roca, el presidente argentino, continúe con la “Conquista del Desierto” y extermine casi por completo a los pueblos originarios de la Patagonia. Cuando apareció el libro de Lista, sólo quedaban quinientos tehuelches.