El sentido común no entraba en los planes de Nansen para atravesar Groenlandia.
Tras ocho intentos fallidos de otros exploradores demasiado prudentes, Nansen organizó su reducido equipo humano y técnico en menos de seis meses, lanzando la exploración polar a la era moderna.
Su estrategia: impedir la vuelta atrás, quemar las naves. Al partir desde la deshabitada costa este hacía la habitada costa oeste, eliminaba la posibilidad de retroceder ante un hipotético fracaso, pues, ¿qué haría el equipo volviendo al punto de partida en mitad de la nada? ¿Esperar hasta morir?
Así pues, la única salvación era avanzar.
«La exploración es como la guerra, hay que prever una retirada, y usted, Nansen, no la tiene»
Adolf Erik Nordenskiöld
«La idea es temeraria y en total oposición al sentido común»
Mikkel Hemmerstveit