Prólogo de Eva García Sáenz de Urturi.
Alice Gould es ingresada en un sanatorio mental. En su delirio, cree ser una investigadora privada a cargo de un equipo de detectives dedicados a esclarecer complicados casos. Según una carta de su médico particular, la realidad es otra: su paranoica obsesión es atentar contra la vida de su marido.
La extrema inteligencia de esta mujer y su actitud aparentemente normal confundirán a los médicos hasta el punto de no saber a ciencia cierta si Alice ha sido ingresada injustamente o en realidad padece un grave y peligroso trastorno psicológico.
Los renglones torcidos de Dios es una novela honesta sobre la locura, que sigue manteniendo intacta su vigencia. Luca de Tena, autor también de Edad prohibida, quiso internarse en un sanatorio antes de escribirla.