Obra maestra de Thomson inédita hasta la fecha, con una ingeniosa trama de misterio llena de sorprendentes giros que obtuvo un gran éxito en la «Golden Age»Inglaterra, 1935. El señor Dearborn fallece pocos días después de sufrir un accidente de tráfico. Se dictamina que la causa de la muerte ha sido motivada por el propio accidente. No obstante, una serie de cartas anónimas enviadas a Scotland Yard advierten del error que se está cometiendo y piden que se posponga el entierro y se realice una investigación más profunda. El elegido para hacerse cargo del caso es el inspector jefe Richardson, famoso por su pericia para resolver casos difíciles. Con la inestimable ayuda del sargento Jago, Richardson comienza unas pesquisas que pronto le llevan a descubrir que por cada detalle resuelto en este misterio surgen nuevas intrigas, y todas ellas convergen en el enigma más sorprendente de todos: el propio señor Dearborn.