Una especie de autorreflexión continua de los personajes sobre su propio papel, sobre el espectáculo de la vida, y, finalmente, también sobre el teatro como tal, recorre toda la escritura dramática de Pasolini, pero sobre todo en "Fabulación", esta clase de teatro en el teatro, asume los caracteres de elemento estructural de la tragedia. Estremecedora obra y sorprendente, como todas las del autor.