Mientras las pateras esperan el momento de enfrentarse al mar, el último ferry del día atraca en el puerto de Tánger. Una figura destaca entre los pasajeros, un hombre que se dirige con paso resuelto hacia la antigua medina. Muestra la seguridad de quien sabe a dónde va y cuál es su cometido, al contrario que esa legión de almas vagabundas errantes por los laberintos de la ciudad vieja, cuyos sueños chocaron un día contra los duros adoquines de las callejuelas de Tánger. Sus vidas quedaron allí, atrapadas sin salida, pero algunos sobreviven gracias a un último hálito de esperanza. Como el joven Moussa, que dejó a los suyos en Mali y no se resigna a ver abortada la última etapa de su viaje hacia la tierra prometida. Y Fátima, día a día luchando por la supervivencia después de que, repudiada por su familia, se viera obligada a salir del Rif junto a su hija enferma. Los destinos de Fátima, Moussa y el recién llegado se cruzarán en la medina de Tánger, donde la muerte acecha entre oscuros recovecos.