Entre todos los relatos evangélicos, Escrivá de Balaguer se detenía con especial detalle y amor en los de la Muerte y Resurrección de Jesús. Como fruto de su contemplación de las escenas del Calvario, el Fundador del Opus Dei preparó este Via Crucis. Su propósito era que sirviese «para ayudar a hacer oración y, con la gracia de Dios, para crecer en espíritu de compunción dolor de amor y de agradecimiento al Señor (...). Con esa misma finalidad, se han incorporado, como puntos de meditación, palabras de san Josemaría Escrivá de Balaguer, recogidas de sus predicaciones, de su conversación, de aquel afán apostólico suyo por hablar sólo de Dios y nada más que de Dios» (del Prólogo del beato Álvaro del Portillo).
Crítica:
«Como fruto de su contemplación de las escenas del Calvario, el Fundador del Opus Dei preparó este Via Crucis para ayudar a hacer oración y crecer en dolor de amor y agradecimiento al Señor, que nos ha rescatado con el precio de su sangre.»
opusdei.org
«El Vía Crucis no es un ejercicio triste. Muchas veces enseñó Josemaría Escrivá de Balaguer que la alegría tiene sus raíces en forma de cruz.»
Álvaro del Portillo, opusdei.org
«El libro Via Crucis consta de breves comentarios a las catorce estaciones del Via Crucis, nacidos de la oración personal de Josemaría Escrivá.»
Obras de San Josemaría, escritosobras.org